Formatear con Windows 8 es
una opción que tienes en las Herramientas administrativas. Para acceder a esta
alternativa, pasa el cursor por la parte derecha de la pantalla y escribe
"Panel de control" en el buscador.
Una vez
que ya estés en el Panel de control, entra en el apartado de "Sistema y
seguridad".
En la
nueva ventana, abajo de todo, ya verás la opción de formatear particiones en
"Herramientas administrativas". Tienes que pulsar, en concreto, sobre
"Crear y formatear particiones del disco duro".
Ahora,
tienes acceso a ver todas las particiones de tu disco duro desde las
herramientas de Windows 8. Situándote sobre una partición y
pulsando botón derecho, te aparecerán las opciones que están accesibles. En
nuestro caso ves que la de "Formatear" está sombreada, lo que supone
que no podemos emplearla. Ello se debe a que al ser la partición del sistema
operativo no podemos darle un formato nuevo desde esta herramienta.
Lo que
tenemos que hacer para formatear Windows 8 en este caso es
hacernos con un CD de instalación y comenzar el proceso como si fuésemos a
instalar el sistema operativo de nuevo, que es lo que realmente haremos tras
formatear. Para ello, apagamos el equipo y lo encendemos pero arrancando desde
el CD.
Una vez
que sea el CD de instalación el que tome el control de tu ordenador, esta es la
primera pantalla que te aparecerá en la que debes elegir los datos que te
interesen. Como ves el proceso para formatear Windows 8 es
similar a una instalación normal. En nuestro caso, aquí no hacemos ningún
cambio y dejamos las opciones que aparecen por defecto.
A
continuación, tienes que aceptar los términos para poder continuar.
Este es el
paso clave para formatear Windows 8. Debes elegir la opción
personalizada de instalación, de modo que puedas tener acceso a formatear la
partición.
En la
siguiente pantalla, escoge la partición que quieres formatear y pulsas
"Formatear".
El
instalador te advertirá de que con esta opción perderás todos los datos que
tengas en esa parte del disco duro, pero es algo que ya tienes que tener claro
antes de comenzar a formatear.
Una vez
que aceptes se hará el formateo, en cuestión de 1 o 2 segundos. Si pulsas en
"Siguiente", ya comenzará una instalación normal del sistema
operativo Windows 8.
Tras
reiniciarse el equipo, una acción habitual durante la instalación, te aparecerá
una ventana en la que debes dar un nombre al equipo.
En este
paso, debes introducir los datos de tu cuenta de Microsoft. Esto facilitará que
recuperes algunas configuraciones de tu equipo, pero nunca datos ni programas.
Después,
ya tendrás una nueva instalación de Windows 8 sobre una
partición formateada.
A continuación, te explicaremos cómo podrías formatear
una partición en Windows 8 sobre la que no esté instalada el sistema
operativo. Primero, debes seguir las instrucciones 1, 2 y 3, hasta llegar al
administrador de discos.
Te sitúas
sobre la partición que quieres formatear, que no sea aquella en la que
instalado el sistema operativo ni tampoco la primera, que dice "Reservado
para el sistema", y pulsas botón derecho y "Formatear".
Entonces, podrás elegir el sistema de archivos que quieres que tenga la
partición: NFTS o FAT32. También podrás escoger otras opciones, como si quieres
un formateo rápido o no.
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